¿Estoy listo para darle un giro a mi carrera?

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Publicado el 17/06/22

Ya sea por redefinición de los gustos propios o porque se busca una mejora en ingresos o imagen, muchos son los profesionales que están viendo cuándo es el momento perfecto para generar un cambio. 

 

El mundo laboral actual está atravesando una transformación como, por lo menos quienes hoy estamos activos, no habíamos visto, e incluso algunos ni imaginado. Se abren cada día nuevas oportunidades, surgen disciplinas, puestos que se redefinen y mucho más. En este escenario, ¿qué papel queremos tener y desarrollar? 

Esta pregunta resuena constantemente en la cabeza de muchos. Algunos buscan ese cambio porque quieren mejorar sus ingresos, otros tienen crisis de identidad y quieren que el trabajo esté alineado con sus valores actuales y algunos quieren seguir por primera vez sus intereses y no los impuestos por las presiones sociales.  

Lo cierto es que hoy las posibilidades están abiertas para todos: solo hay que tomar la decisión de prepararse para ir por ellas. Entonces, en este panorama, es preciso tomarse el tiempo para pensar qué quiero para mi carrera laboral, si está de acuerdo con lo que deseo en lo personal y cómo me preparo para conseguirlo.  

Autoconocimiento 

Para empezar, a ver qué tipo de cambio conviene tomar, es necesario evaluar las demandas del mercado laboral y los intereses propios, para encontrar el punto en común y poder tener la mirada enfocada en él.  

Esto requiere de una “investigación de mercado”, algo así como cuando se terminaba el colegio y había que elegir la carrera: muchos ponían el foco en la vocación y otros en los ingresos. Ahora, con más años ya de experiencia, es posible hacer una fusión de estas posturas y ser más acertados. 

Por un lado, hay que conocer qué buscan las empresas y si hay espacio para lo que estamos queriendo hacer. También, a veces, puede que surjan ideas tan innovadoras que impliquen algo nuevo, entonces existe por delante un doble desafío: comunicar esta nueva necesidad y poder aportar la respuesta.  

En definitiva, para todo esto se necesita el autoconocimiento: qué habilidades de las que tengo quedarán obsoletas y qué tecnologías ayudarán a mejorar la tarea que desarrollaré, conocer qué valor agregado puedo brindar y que todavía es irremplazable.  

Es fundamental arma el mapa de las habilidades propias: blandas y técnicas. Aquí entran las fortalezas, los puntos de dolor que hay que trabajar y ser realista con qué cambios creemos que podremos lograr, sobre todo en lo referido a actitudes.  

A esto hay que sumar el poder definir en qué tipo de compañías o en qué industrias querrá uno participar. Esto es fundamental, porque implicará el inicio para elaborar un plan de capacitaciones y redefiniciones de cada talento. 

Todos los días 

Reconvertirse no es algo que uno haga en un día. Es una tarea que implica paciencia, además de autoconocimiento y capacitación. Pero, en este panorama actual, todo profesional debería saber que esta no es una acción que solo deben llevar adelante quienes buscan un cambio.  

Hoy reconvertirse es una obligación para todos.  

¿Por qué decimos esto? Porque el mercado laboral cambia tan rápido, que quien no se actualice queda relegado, y pronto se verá afuera. Y siempre es mejor tomar uno las decisiones y no que alguien más las tome por uno.  

Es importante saber esto porque naturalmente las personas se aferran a lo conocido para sentir que tienen un cierto control, que pueden tener el futuro planificado y definido. Pero, luego de haber atravesado una pandemia, podemos saber que la incertidumbre está a la vuelta de la esquina siempre.  

Entonces, mientras los jóvenes vienen con el cambio continuo prácticamente en su ADN, las generaciones medias y más grandes están aprendiendo a adecuarse, a reinventarse y a redefinirse. No deben desanimarse ni tener ansiedad por la transformación, sino volcarse a la divertida tarea de ser un aprendiz eterno. 

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